29 dic 2011

El escudo de Aquiles

Encolerizado por la muerte de Patroclo, quien en batalla usó el escudo de Aquiles para amedrentar al enemigo, el energúmeno guerrero ahora tiene que regresar al campo de batalla para vengar la muerte de su amigo. Pero un nuevo escudo es necesario y ahí otra justificación para introducir nuevos elementos que elevarán aún más la original obra.

El escudo es la gran creación artística enmarcada en otra obra de elevado rango. Portador de propia vida, describirá otros mundos plenos de acciones humanas y realidades que pese al tiempo no cambian: disputas irracionales y acuerdos legales entre mortales, liderazgo, trabajo, supremacía del más fuerte y opresión del  débil, sensualidad y juegos juveniles al lado del estoicismo que se gana en la vejez, y entre ellos, animales en constante dilema por sobrevivir ante la impotencia de hombres abrumados por la naturaleza, por mencionar algunos ejemplos.

He ahí, casi al final de La Ilíada, una muestra más de la genialidad del poeta.  Homero no se conformará con relatarnos  y describirnos hombres y mujeres, dioses y animales en situaciones extremas. Sino que, conocedor de la condición humana, añadirá unos cuantos elementos para condimentar su narrativa y que cautivarán al oyente. Adicionalmente, harán de las particulares situaciones terrenales y celestiales, universales ejemplos de creación humana.