7 oct 2010

Encender una hoguera de Jack London

Historia del hombre cuya jornada, amenazada por la naturaleza, tendrá un fin calamitoso. 

En el principio, el lector se dará cuenta de la insensata decisión de su protagonista. Pero eso es irrelevante.

Los dos personajes, como en antagónica fuerza nos darán cuenta de insensatez y prudencia. Y entre los dos, la opresiva naturaleza entreteniéndose con los fallidos intentos de supervivencia. 

La serenidad, con la que el perro observa las acciones de su amo y en el que no confía, es más humana que el hombre mismo. No hay en su salvaje mirada ideas egoístas, de piedad, o abnegación. En su repleta humanidad, el perro no está pensando en el sacrificio ni en la venganza. Basta con esperar el último momento para continuar su jornada. 

Hay tantos símbolos en la corta historia, que el lector no saciará su sed con una sola y rápida lectura. Pero lo mejor, la corta historia (como el principio de algo) se alargará en la mente del lector.