8 nov 2012

Tortura: Argumentos a favor y en contra


Torture of Cuauhtemoc by Leandro Izaguirre, 1892
Una de las propuestas básicas de la filosofía utilitaria (Jeremy Bentham) es defender el mayor grado de bienestar y comodidad para la mayoría a través de diversos medios. Éstos, sin importar su naturaleza serán considerados válidos en la medida en que garanticen la felicidad de los individuos en una sociedad determinada. Un problema que los defensores de la filosofía utilitaria tienen que responder es a la  idea de que cualquier individuo puede ser utilizado como un instrumento o medio en la maquinaria social con tal de lograr la felicidad de los demás como en masa colectiva. Siendo así las cosas, pareciera que el problema se reduce a una cuestión matemática, por poner un crudo ejemplo, mil individuos valen más que uno. Si ese solo individuo es un impedimento para la felicidad de los otros, entonces es justificable su aniquilamiento. 

En su forma extrema, la filosofía utilitaria ha sido utilizada por aquellos que defienden la práctica de tortura. Y el problema se vuelve un asunto controversial en sociedades democráticas, pues sin duda la práctica de tortura es una acción contraria a derechos básicos, donde los que gobiernan tienen autorizados un grupo claramente definido de acciones que pueden afectar o restringir la libertad de cualquier individuo en esa sociedad de leyes. En otras palabras, la justificación de tortura no encajaría en un sociedad de leyes y límites a la autoridad punitiva. Sin embargo, en tiempos de terrorismo y radicalismos ideológicos, el debate se ha vuelto recurrente y los defensores de la práctica de tortura pugnan por darle más poder a la autoridad punitiva, algunas veces incluso, transgrediendo leyes constitucionales. 

El discurso de los defensores de la práctica de tortura, en los tiempos presentes, tiene la siguiente forma:  en aras de proteger a la población, aterrada por acciones violentas y criminales por parte de grupos terroristas o de crimen organizado o carteles de la droga, será justificable torturar a una persona para obtener cierto tipo de información. La cual tiene que ser relevante, por ejemplo, sobre dónde está escondido el latente peligro--una bomba a punto de estallar--.  Finalmente, el acto que se pretende impedir desencadenará un daño para un número considerable de personas. Inocentes pueden morir y de lo que se trata es minimizar el dolor y maximizar el bienestar. De ahí entonces que, algunas veces será justificable el uso de la tortura, porque la seguridad de la mayoría es más importante que la violación de garantías individuales o derechos humanos.

Un argumento contrario a las ideas utilitarias y por ende a la práctica de tortura, sería aquel basado en las ideas filosóficas de Immanuel Kant. Para este filósofo, moralidad significa respeto a las personas como entes individuales. Un ser humano, sin importar su raza, origen, o nacionalidad,  no puede ser utilizado para alcanzar determinados fines. No importa si esos fines son aprobados por la mayoría o reputados como buenos o positivos. Una persona es un fin en si mismo, no un medio o instrumento que puede ser utilizado para alcanzar algún supremo fin. La idea de un salvador o líder, que usará a las masas ignorantes  o inconscientes de su realidad--por ejemplo, trabajadores sin acceso a educación o indígenas sojuzgados por centurias--para alcanzar un estado justo, es descartada bajo la óptica kantiana.  Este filósofo sostiene que hay ciertos deberes universales y categóricos, en particular el deber de respeto a cualquier persona quien es portador de dignidad. 

Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, el debate sobre  la justificación de tortura oscila entre estas dos visiones sobre moralidad. La idea utilitaria justificará la práctica de tortura, en aras de prevenir un daño para la mayoría. Para sus defensores, sin importar las bien razonadas objeciones a la práctica de tortura en sociedades democráticas,  los números cuentan. No importa sacrificar a un par de terroristas con el fin de lograr el bienestar y la seguridad de los demás. Por el contrario los seguidores de Kant dirán, que hay ciertos universales derechos humanos y que algunas acciones son injustas y merecedoras de reproche porque atentan contra la dignidad de una persona,  como es el caso de la tortura. Torturar a una persona es contrario a los derechos humanos y falla en el respeto a la innata dignidad que cada individuo posee.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

me ha encantado la incitacion a la tortura ya que es un tema el cual no esta valorado hoy en dia por la sociedad y creo que se le deberia de dar mucha mas importancia ya que el uso de el dolor mas extremo jamas visto como castigo es lo mejor que le ha podido pasar a la sociedad

Anónimo dijo...

la tortura es necesaria en este mundo para vivir felices, es como la droga, torturar vuelve adicto :)

Franchescovirgolini dijo...

Concuerdo con usted anónimo

Anónimo dijo...

OK I PULL UP

Anónimo dijo...

Kerry kaverga
Elver galarga
Ver gas o ver gotas

Anónimo dijo...

di si a la tortura

Anónimo dijo...

la profesora esquizofrenica de valores nos ha mandado a esta pagina, me encanta este articulo porque me gusta torturar a la gente de mi sotano XD